ELLOS


Observaba tranquilo el celeste cielo de la tarde cuando descubrí la grieta. Increíblemente un chubasco repentino y la salida inmediata de un curioso arco iris llamó aún más mi atención. 
Desde esa apacible y extraña tarde, perdí totalmente el interés por las historias del gnomo y el caldero, ya que descubrí, que por encima de esos grandes arcos de colores, están ellos reparando el domo.