Flotar.
El Capitán Starfunkel abandonó la Tierra en un cohete hecho de papel y cinta adhesiva, iba en busca de un planeta alejado del sistema solar del que casi sin querer descubrió su existencia al escudriñar con su telescopio de cartón el cielo estrellado de una noche en la costa argentina. Los mensajes que nos conectan son su bitácora, escrita en papel de colores, arrojados al espacio en botellitas de refresco. Iremos tras sus pasos, ya que nosotros mismos siempre buscaremos ese lugar llamado Utopía.
FLOTAR
Aún la caída le resultaba algo brusca, pero eso no le impedía seguir intentando. Volvió al columpio y comenzo nuevamente, esta vez con más fuerza, buscando el mejor impulso. Cuál sería el momento justo para dar el salto?, todo se definía en prueba y error. Otra vez alcanzó una altura ideal con la velocidad máxima, observó que nadie estuviese mirando y se soltó. En esos momentos todo cambiaba de forma, los sonidos se apagaban y las personas desaparecían. Esta vez, antes de caer, contó treinta y dos mississippis, en tu cara Jordan!. Por este año fué suficiente habrá pensado, ya era tarde y se terminaba el día de los muertos, después de todo, también debía pasar un rato con sus seres queridos, ellos eran los que mantenían vivo su recuerdo tras el trágico accidente en el parque.
AÑOS
El anciano basaba todo su conocimiento en sus fantasías, pero quién podía refutarle que era un viajero del espacio y el tiempo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)