Con las manos apoyadas sobre el dressuar nos miramos fijamente, una mirada que escondía las palabras pero no se ausentaba el significado... temor. Giramos al mismo tiempo y nos fuimos alejando uno del otro a paso lento, abrimos la puerta de la habitación tomé el picaporte con mi mano derecha, él con la mano izquierda y mientras cerrábamos lentamente la puerta, esa imagen mía reflejada en el espejo, sin quitarme los ojos de encima, socarronamente me sonrió.
El Capitán Starfunkel abandonó la Tierra en un cohete hecho de papel y cinta adhesiva, iba en busca de un planeta alejado del sistema solar del que casi sin querer descubrió su existencia al escudriñar con su telescopio de cartón el cielo estrellado de una noche en la costa argentina. Los mensajes que nos conectan son su bitácora, escrita en papel de colores, arrojados al espacio en botellitas de refresco. Iremos tras sus pasos, ya que nosotros mismos siempre buscaremos ese lugar llamado Utopía.
EL ESPEJO - LIBRE
La bruja encerró a la princesa en lo más alto de la torre abandonada, nadie intentaría ayudarla en ese inhóspito lugar, el encierro era la maldición en si misma. La joven lloró hasta que no tuvo más lagrimas para derramar, se miró en el espejo y se vió fuerte, luego observó la ventana y con coraje corrió hacia su libertad.
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