Volví tarde, extenuado, había hecho todo según lo planeado, allí en el dresuar aún estaba el cuchillo y en el espejo... su imagen llamándome.
El Capitán Starfunkel abandonó la Tierra en un cohete hecho de papel y cinta adhesiva, iba en busca de un planeta alejado del sistema solar del que casi sin querer descubrió su existencia al escudriñar con su telescopio de cartón el cielo estrellado de una noche en la costa argentina. Los mensajes que nos conectan son su bitácora, escrita en papel de colores, arrojados al espacio en botellitas de refresco. Iremos tras sus pasos, ya que nosotros mismos siempre buscaremos ese lugar llamado Utopía.
EL ESPEJO - DRESUAR
Un día tomé coraje y hundí el cuchillo en su espalda mientras la observaba escupir su hiel sobre el dresuar. Jamás fui meticuloso pero en este momento no podía dejar nada al azar. Limpié cada rincón de la habitación, me deshice de la alfombra, descuarticé el cuerpo para poder arrojarlo en distintas partes de la ciudad sin mayores inconvenientes, un plan que salió a la perfección. De antemano los vecinos sabían la historia de un supuesto viaje, la ausencia no se notaría y me daría el tiempo necesario para alejarme sin sospechas.