CAMBIOS

No te voy a relatar mi andar por los caminos, entre automóviles abandonados, las calles con cuerpos en descomposición, las moscas insoportables y el olor nauseabundo... no voy a decir como uno termina disfrutando clavar un cuchillo en la cabeza de lo que antes era una persona y ahora llamamos isleño.
No les voy a contar como el mundo cambió y yo también... después de un simple mordisco.