Llega un momento en que la niebla se disipa
y podemos ver más amplio, hacia el futuro
pero de esto te das cuenta casi en el final de los días
sería idílico conseguir antes las respuestas y
aventurarse con un plan, hoy nada está escrito
y el camino ya ha sido recorrido
siendo cada uno dueño de su destino.
Destino que forjamos desde la propia ignorancia.
En un mundo mediocre, no es cierto que
debamos terminar mediocres.
El poder avasalla la inteligencia, mientras
un concierto de inoperantes poderosos
ostentan unilateralmente el control,
te muestran, marcan y enseñan un camino
que ellos mismos diseñan, el círculo de la mediocridad.
Si logramos disipar la niebla de forma temprana,
si podemos educar en forma inteligente para
que los jóvenes recuperen su valor,
cuando el conocimiento nos de prospectiva,
notaremos que el tiempo no pasa en vano.